24 de marzo de 2017

3 claves para una huerta sana


1. Asociación de cultivos.
Las necesidades de cada planta son diferentes y se complementan.  De esta manera se pueden cultivar juntas:
  • Plantas de distinto porte o velocidad de crecimiento / plantas de raíz y plantas de hoja para aprovechar el espacio.  
 P. ej.: lechuga + tomate / lechuga + zanahoria
  • Plantas que aprovechan diferentes nutrientes. 
                                                                   P. ej.: maíz + judías
  • Plantas que repelen plagas que afectan a otras plantas. 
                                                              P. ej.: cebolla + zanahoria 
  • Plantas aromáticas y flores para potenciar el sabor / atraer o repeler insectos. 
                                            P. ej.: albahaca + tomates / romero + zanahoria 





2. NO herbicidas/pesticidas/fungicidas.
Los plaguicidas producen en el mundo alrededor de 1.000.000 de envenenamientos directos y unas 40.000 muertes al año. La EPA (Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, equivalente al Ministerio de Medio Ambiente) achaca a los plaguicidas presentes e los alimentos 6.000 casos de cáncer al año. Insecticidas, fungicidas, herbicidas, acaricidas, fitorreguladores, alguicidas rodenticidas o desinfectantes del terreno; hormonas, antibióticos y antiparásitos en la cría intensiva de animales; antifúngicos, conservantes, colorantes y demás aditivos que se añaden en la elaboración, así como los plásticos en que se envasan los alimentos; todos dejan residuos en el ambiente y en los alimentos. Omnipresentes, están en la leche materna, las papillas comerciales de los bebés, las frutas o las carnes consumidas. Problemas como la esterilidad, los trastornos reproductivos o las alergias están aumentando por su causa.
Hay dos cosas importantes que distinguen este tipo de contaminantes del resto de los producidos por las demás actividades humanas: los plaguicidas son tóxicos de reconocida capacidad biocida (literalmente "matan la vida"), puesto que se utilizan con este fin. Y además son liberados intencionadamente, dispersados hasta llegar a todos los rincones del planeta. Por otro lado carecemos de "experiencia evolutiva" que nos permita adaptarnos a todos ellos. Necesitaríamos milenios y solo llevamos décadas esparciéndolos. Y surgen centenares de productos nuevos cada año. Hay ya 100.000 sustancias químicas sintéticas en todo el mundo, y aparecen 1.000 cada año. Desde mediados del siglo XX el uso de plaguicidas ha ido en aumento y mantiene un crecimiento regular del 2%. Se calcula que cada año se fabrican y emplean algo más de 800 gramos por habitante. En España se gastan más de 700 millones de euros (es el quinto país que más invierte en ellos en Europa) (...) Sus efectos más peligrosos se dejan sentir, desgraciadamente, a medio y largo plazo. Así, conforme se ha ido utilizando masivamente cada una de las sustancias sintetizadas, han ido apareciendo nuevas pruebas de su peligrosidad, que en un principio no se habían considerado.

Fragmento del informe Salud y residuos de plaguicidas realizado para el debate entre los asistentes al I Congreso de Agricultura Ecológica de la Comunidad Valenciana en 1997
- Extraido del libro El huerto familiar ecológico de Mariano Bueno.















3. Suelo protegido.
El suelo es el medio en el que nacen y se desarrollan las plantas. En él se encuentran los nutrientes y de él toman el agua que necesitan para vivir, es donde las raíces se extienden para darles soporte y, además, es también refugio de la fauna edáfica y otros animales.  
André Voisin decía: "El animal y el hombre son la fotografía bioquímica del suelo de donde salen sus alimentos".

Beneficios de mantener el suelo permanente cubierto con plantas o en su defecto por un acolchado efectivo:
  • Se mantiene más eficazmente la humedad -reduciendo los periodos de riego y la cantidad de agua empleada-.
  • La sombra de la vegetación en continuo desarrollo dificulta la proliferación de hierbas.
  • Se reducen los fenómenos erosivos -acción del viento, lluvias torrenciales- y la consiguiente pérdida de suelo fértil.
  • Se evita la compactación y endurecimiento de la tierra.
  • El acolchado constituye una capa vegetal en continua descomposición y un medio muy favorable para la proliferación de la microfauna de bacterias y hongos , lombrices, etc.
  • Otros: por ejemplo, un acolchado con acículas de pino bajo las fresas potencia su sabor.



No hay comentarios:

Publicar un comentario