Material: Madera de iroko (1080 x 40 x 22), lápiz y goma, sierra de calar, tornillo de banco, papel de lija, clavijas de madera cinta de pintor, cola blanca, pintura acrílica, pinceles, pirograbador, barniz incoloro.
No tiene por que ser madera de iroko. De hecho, es mejor que no lo sea. ¿Por qué? Porque se trata de una madera muy dura y trabajar con ella requiere mucho esfuerzo extra. Aunque también tiene sus ventajas: no se romperá tan fácilmente durante la fabricación de la espada y podremos utilizarla sin miedo.
El proceso es parecido al de la daga. La guarda es diferente: son dos piezas macizas acopladas a la empuñadura por medio de clavijas de madera.
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